lunes, 31 de enero de 2011

Hay que dejarse en paz 1


Tengo 71 años. Nací en Valparaíso (Chile) y vivo en Berkeley (California).Tengo la nacionalidad estadounidense. Estoy divorciado y tuve un único hijo que perdí con 11 años. Soy psiquiatra, tengo estudios de música y filosofía. Soy el creador del instituto Seekers After Truth (SAT). Creo que la paz individual es la paz del mundo. Creo en Dios


-¿Qué dice usted?

–Yo digo que somos seres "tricerebrados".

–¿No está siendo demasiado optimista?

–Verá, dentro de nosotros hay una parte padre: jerárquica, impositiva. Otra parte hijo: instintiva. Y una parte madre, que es la tribal y amorosa, pero que castra la individualidad.

–¿La parte intelectual, la emocional y la instintiva?

–Exacto. Lo complicado es armonizar los tres cerebros, que no se produzca tiranía por ninguna de las partes.

–¿Cómo armonizarlas?

–Haciendo nada.

–No me fastidie.

–Debe haber un abrazo entre esas tres partes interiores, y una de las posibilidades para conseguirlo es a través del factor espiritual, de la entrega del yo pequeño, de la renuncia a esa necesidad de ser alguien...¿Entiende?

–Más o menos.

–Hay que hacerse a un lado, abrir espacio en uno mismo.

–Está pidiendo demasiado.

–Lo sé, no es nada fácil. Debería crearse un nuevo modelo educativo. La educación no educa. La educación es un malentendido. Cuando se dice que educar es enseñar a leer y a escribir se están confundiendo los medios con el fin. El fin debería ser el desarrollo de las personas y de su mente.

–Cualquier pedagogo diría eso.

–La familia humana es una estructura autoritaria. El principio de la autoridad del padre es incuestionable porque vivimos dentro de ese sistema patriarcal que no tiene en cuenta la voz del niño, cuyo potencial es castrado desde la infancia. No es una familia democrática, ni se contempla la felicidad como un fin de la cultura y del aprendizaje.

–¿Cómo hacerlo?

–Hay que cultivar la sed que aparece en todos los adolescentes. Es una sed de trascendencia, de entender el universo y la propia vida, ¿no la ha sentido?

–Sí.

–En nuestra cultura no hay verdaderas respuestas, están todas acartonadas. Como dice un amigo mío, ya no llueve gracia en las iglesias. La cultura no apoya esa inquietud. La insatisfacción es leída como una desventaja en lugar de honrarse como esa búsqueda de la verdad que es parte del ser humano.

–¿Propone alimentar las dudas?

–Propongo no dar respuestas hechas. No hay que vender certezas, ni dogmas. Hay que despertar al buscador interior. Lo importante es el camino, el proceso.

–¿Qué tal el suyo?

–Yo estudié la carrera de Medicina por idolatría a la ciencia. Buscaba conocimiento, pero perdí el entusiasmo cuando descubrí que en ese camino no había respuesta a los misterios, que eran directamente negados.

–Insistió bastante, estudió tres carreras.

–Acabé Psiquiatría, continué con mi carrera de Música, pero sabiendo que la esclavitud del virtuoso era para mí un exceso. La carrera de Filosofía no la terminé. Comprendí que lo buscado es lo mismo que el buscador, que existe una conciencia del yo profundo y que ahí está la armonía.

–¿La vida es una búsqueda o un encuentro?

–Para mí fue una búsqueda sedienta en demasía. No me satisfizo el conocimiento, ni la vida familiar, ni tampoco el amor. Me topé con una persona que me influyó muchísimo, un escultor, Tótila Albert, al que le debo la idea inspiradora de mi trabajo sobre la trinidad interior.

–¿Qué le dio?

–Era un maestro de amor. Pero no en el sentido convencional. Ese amor estaba, por ejemplo, en la forma en que limpiaba los discos antes de ponerlos, la forma cuidadosa con que hacía las cosas en cada momento. Tenía calidad de ser y aprendí a reconocerla. Más que un aprendizaje, lo que le debo es una bendición. Es a través de comprensiones muy sutiles como nos construimos.

–¿Ha dejado de buscar?

–Sí, me dejo fluir. He tenido maestros de todas las tradiciones orientales fundamentales, y lo que me han transmitido es el sabor de una verdad que no tiene que ver con el intelecto ni con la emoción. Si le tuviera que poner un nombre, sería el sabor de la nada. Cuando uno se vacía, le llegan todas las riquezas. En realidad, si tengo algún secreto, es simplemente el de confiar más en la vida.

–¿Y qué le abrió el corazón?

–La muerte de mi único hijo a los 11 años. Lloré sin parar durante dos meses. Era una experiencia de intenso amor un poco retardado: la tragedia de no haber estado por él mientras lo tuve.

–Somos muy torpes.

–Ese llanto paró súbitamente un día en que hice una clara reflexión: "¿Estoy llorando por él?". Tenía claro que no, porque sentía que él estaba mejor que yo. "¿Estoy llorando por mí, por haberme quedado solo?"... Si era sincero sabía que no, porque había pasado largas temporadas sin verle.

–Entonces, ¿por qué lloraba?

–Me di cuenta de que no había razón para llorar y empecé a sentir una presencia suya mayor que cuando estaba vivo. La felicidad sólo depende de un estado interior.

–¿Cómo se cultiva?

–No identificándose ni con los pensamientos ni con las emociones. Idealizamos las pasiones: el orgullo, el amor. Queremos ser héroes, victoriosos o vencidos, somos muy vanidosos. Las pasiones son intrínsecamente egoístas y productoras de infelicidad. Hay que poner en paz a los animales que nos habitan. Hay que dejarse en paz.

LA VANGUARDIA, el diario más vendido en Catalunya Copyright La Vanguardia Ediciones S.




24 comentarios:

  1. en esta etapa de mi vida es LO MEJOR QUE HE LEIDO Y COINCIDO PLENAMENTE

    GRACIAS!!!!

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  2. en la sencillez está la sabiduría!y nos afanamos por buscar donde no es!!Está dentro de nosotros.

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  3. No puede enseñar nada alguien que tuvo un hijo y no se dio cuenta de que le queria hasta que murió. Alguien que solo llora dos mese la muerte de un hijo no tiene corazón. Que se calle y o de lecciones.

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    1. Carmen,

      él no pretende dar elecciones, él está siendo congruente con lo que ha sentido y comparte desde su experiencia.
      Si no soportas leer eso, checa qué pasa dentro de ti.
      Cada quien vive los duelos de manera muy diferente, y él se dio cuenta de eso, mucho valor para compartirlo.
      Escondemos los sentimientos que no son 'bien vistos' socialmente, ese es el gran problema, que estamos condicionados, llenos de introyectos y de 'deber ser'.

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    2. Hermosa tu respuesta Maria!
      Beso!
      Julieta

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    3. De cualquier modo, Carmen es tremendamente valiente en expresar lo que piensa en un portal donde todos admiramos a Naranjo. De cualquier modo, no puedo estar más en contra de su visión. El acartonamiento con que nos han condicionado es el que nos impulsa a juzgar a otros... Dejemos que la vida, la nuestra y la de los demás, simplemente fluya... Por lo complicada que es la vida es que el mejor consejo es ese...dejarnos fluir... Saludos sinceros a Carmen.

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    4. Todos vamos aprendiendo y muchas veces un poco tarde...y hasta necesitamos varias lecciones de la vida para que por fin caigan los veintes o hasta que suframos lo suficientemente para abrirnos los ojos a nuestras cegueras. Cada quién a su ritmo y su manera estimada Carmen.

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    5. Pienso que esta vida es tan corta que ni siquiera nos alcanza el tiempo para conocernos, mucho menos para saber quien somos y por supuesto no alcanzamos a querernos, pasa tan rapido que todo nuestro sufrir y mala calidad de vida se debe a que pasanos ocupando este escazo tiempo en preocuparnos equivocadamente de los demas, si fuera nuestra real preocupacion en estar bien nosotros , estar bien consigo mismo, todo lo externo va a estar bien, y no olvidemos que cada uno viene a cumplir una mision en cada pasada por este lugar, en algunas ocasiones misiones muy agradables y otras no tanto, pero que nadie puede influir en lo que nuestra vida haga, ni la educacion, ni la medicina ni la religionn nuestro quehacer por esta vida depende de cada uno de nosotros, asi es que considero que opinar de esa manera tan drastica como lo ha hecho Carmen, no tiene ningun valor, ella es como es y va por la vida siendo lo que es y Naranjo en lo de el, no somos nadie para juzgar a nadie, porque considero que no existe el bien ni el mal.

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    6. CARMEN no sufre más quien llora toda una vida o se desace en alaridos, frente a la muerte de un ser querido, pienso que quien lo hace sufre x cosas internas q mantiene sepultadas y encuentra el pretexto justo para sacarlas.

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    7. Querida Carmen, a mi me parece que supones unas cosas que realmente no sabes, porque no se puede deducir de lo que alguien dice en una entevista, que todo lo que calla no es. Es decir, si el señor Naranjo ha dicho que lloró dos meses, eso no excluye que, por ejemplo, no haya dejado de añorar a su hijo, o mucho menos, dejado de quererle.
      Coincido con todos los comentarios menos con el de Carmen, pero me veo reflejada en ella, esa parte de mi que se separa del otro porque le da miedo ver algo diferente a mi misma, cuando lo que realmente quiero es querer a todo el mundo, y sentirme acogida, querida.
      Recojo de Claudio su fuerza, desnudez y ese sentido de vivir esta vida a pesar de todo.
      Es lo que tenemos ahora, pienso, y sólo nos quedan dos opciones: escojernos a nosotros mismo y aceptarnos con todo lo que somos, aunque nos disguste, o escojer lo que no somos realmente: es decir, la ficción, la trampa, ese estado en el que el tiempo se nos escapa entre los dedos

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    8. No deja de sorprenderme la liviandad con que se emite este juicio..cómo se proyecta la propia subjetividad en las reacciones de otro, independientemente de quién este sea.

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    9. Tu eres el sol las estrellas el mar el viento los ríos la mariposa el gusano la hormiga el gato tu padre tu abuelo la risa el llanto tu eres todo el todo tu eres yo y yo soy tu tu eres el universo el fuego y eres el humo porque todos somos uno.

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    10. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Hay que ser mas Benevolente! Todos nos equivocamos y podemos tener nuevas oportunidades.! que tire la primera piedra el que no se equivoca1

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  5. Cada uno hace su proceso de diferente manera. Lo importante es poder llegar a estar en paz con tus errores y aciertos ". Somos Espiritu atravezando una experiencia humana y estamos para aprender.El que este exento de culpa que arroje la primera piedra".

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  6. Es hermoso todo lo que dice. La búsqueda constante genera insatisfacción e infelicidad ya que el deseo no tiene tope. Hay que dejar que la vida nos sorprenda. "El que no busca, encuentra". Me encanta su capacidad de sincerarse; eso denota su paz interior y su armonía. La muerte de un hijo produce un cambio radical en la vida de los padres. Ya nada es igual. Se ve la vida desde otra ótpica y se toman las vicisitudes con calma y naturalidad ya que no habrá sufrimiento peor que la pérdida de un hijo. Cada uno decidirá que ese cambio genere un camino de aprendizaje y sabiduría o de rencor. Lo sé por experiencia propia. Me encantó!:

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  7. Muchas Gracias por compartir! abrazo inmenso desde córdoba argentina!

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  8. Claudio Naranjo es un Maestro! nada más que decir

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  9. Los dichos de este señor son opiniones personales nacidas de su propia subjetividad. No pueden considerarse verdades y muchísimo menos otorgarles universalidad o atemporalidad. Descubrirse 3 cerebros le hizo bien a él. De sus dichos inferir principios válidos para mí sería una ofensa a mi propia identidad, una traición a mí mismo, un acto de pereza intelectual y demostración cabal de mi renuncia a vivir mi propia vida. Bien por él, que es feliz con su Nirvana. ¿Será realmente feliz? ¿puede ser un humano alguna vez plenamente feliz?

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  10. Comparto gran parte de lo dicho, el camino es integrar la triple personalidad y trascenderla.

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  11. Los últimos años de mi vida los he compartido con gente muy afín al pensamiento de este hombre, que se podría decir, lo ven como un gurú. Es interesante lo que le leo, y muchas otras cosas que me han llegado, tanto de él, como de gente o tendencias cercanas a él, tiene muchas frases que hacen sentido, muchas palabras que llenan oídos, y parece ser un entusiasta de compartir todo aquello y como dice la gente que lo rodea, acompañar caminos.
    Sin embargo como simple llamado al sentido crítico, y basándome exclusivamente en mi experiencia personal, veo un abandono muy grande en este discurso a algo que para mí es un pilar fundamental de una sociedad (entiendo la forma de existencia humana en un formato primordialmente social por sobre lo individual) y es el del respeto a las libertades ajenas.
    Dejarse ser, dejarse en paz, liberarse de ataduras, y el largo etcétera de frases de este tipo colocan al individuo por encima del conjunto, y veo en ello un recurso muy valioso e interesante en el crecimiento individual de cada persona pero al mismo tiempo veo descuido de cara a una sociedad de conjunto, donde los límites muchas veces hace falta fijarlos en acuerdos sociales, colectivos, interpersonales o incluso individuales.
    Yo creo que las reglas, los acuerdos, los tratos y los diálogos son extremadamente relevantes siempre que se cumpla con ellos y se realicen con honestidad, compromiso y consciencia, conformando para mí el pilar de la sana relación de conjunto de una sociedad (reitero que para mi forma de ver el mundo el ser humano es primariamente social para su supervivencia antes que individual), sin ellos el solapamiento de las libertades individuales podría ser tal que se fracturase la posibilidad de establecer una fuerza de conjunto, que es donde veo como expresé, el potencial de supervivencia del ser humano.
    Yo en mi corto abanico visual de lo que es la vida he apreciado como gran parte de mi entorno se ha reconvertido en una dinámica individualista, yo en lo personal me he sentido fuera de dicha dinámica y he tenido que adaptar las propias alejándome de mucha gente con la que compartía lazos muy potentes, y todo enraizado en esta forma de escribir la vida que es la mirada individual por sobre la social.
    Como corolario solo recalcar lo relevante que es el sentido crítico ante el pensamiento ajeno para poder construir el propio, y quería dejar aquí mi humilde opinión de que me parece muy importante visualizar el entorno que nos rodea antes de decidir dejarnos libres y en paz, creo en las responsabilidades sociales e individuales, y creo es relevante para construir un camino mejor no descuidar ninguna de las dos.

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